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Ciencia para los niños de la calle

Resultados de un proyecto de desarrollo a largo plazo en Colombia

Manuela Welzel-Breuer y Elmar Breuer

Galadornado en Alemenia con el Georg - Kerschensteiner - Preis

Objetivos

  • Educar a los niños en ciencias naturales, adaptadas a sus necesidades.
  • Ofrecer a los niños de la calle nuevas perspectivas.
  • Concientizar sobre la situación actual.
  • Desarrollar y experimentar métodos y materiales para la enseñanza en la calle, en colaboración con estudiantes.

Desde el año 2002 somos parte de un proyecto de colaboración colombo-alemán llamado “Patio 13 – Escuela para los niños de la calle”. El objetivo de esta parte del proyecto es desarrollar alternativas de capacitación para que los futuros maestros adquieran las habilidades que requieren en la educación de aquellos niños que habitan las calles, se encuentran al margen del sistema de educación oficial y de una vida normal al interior de una familia. Buscando incluir también la ciencia en las ofertas educativas, desarrollamos, implementamos e investigamos, conjuntamente con algunos normalistas altamente motivados, diversas estrategias basadas en un enfoque de Educación en Ciencias Basada en la Indagación (ECBI); empleando experimentos y materiales simples. El problema que nos propusimos resolver es el siguiente: ¿Cómo capacitar a estudiantes avanzados de educación para que motiven a los niños de la calle a realizar actividades de aprendizaje de ciencias?

 

La existencia de niños de la calle es un problema creciente a nivel mundial (Weber y Sierra 2005, Strassenkinderreport 2013). De conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del niño (ONU 1989), la sociedad tiene la responsabilidad de buscar caminos para ofrecerles a esos niños alternativas adecuadas de aprendizaje que incluyan a su vez las ciencias. Especialmente en Colombia existe una gran cantidad de niños que no viven con sus padres, que no cuentan con un hogar ni tienen acceso a la educación. Muchas veces habitan en las inmediaciones de ciudades grandes como Medellín, Bogotá, Barranquilla o Cartagena. Algunas instituciones de ayuda social, los “patios”, les brindan cuidado, alimentación, refugio y servicios de salud. No obstante, por lo general no cuentan con ofertas educativas. El trabajo del proyecto Patio 13 se concentra en esa carencia: en los últimos once años un grupo de científicos sociales y de la educación de Colombia (Escuela Normal Superior María Auxiliadora y Universidad de Antioquia) y Alemania (Escuela Normal Superior de Heidelberg, Escuela Normal Superior de Friburgo y Universidad de Heidelberg), han venido trabajando mancomunadamente en la implementación de un programa de formación en diferentes áreas para ser aplicado en un “patio” en Medellín y en otras instituciones para niños en condiciones de vida difíciles (en “estado de vulnerabilidad”, ver: Herrera Casilimas et al. 2012, 11 y ss.). Lo que se pretende es mejorar la situación de esos niños a través de la educación. Las ofertas están encaminadas sobre todo a que los niños sean libres de participar. Las unidades de aprendizaje deben ser bastante individualizadas, orientadas por los intereses de los niños de la calle y organizadas de forma interactiva.

 

Los ambientes auténticos son necesarios para un contexto de aprendizaje efectivo (Roth 1995). Las ciencias enseñadas en la escuela requieren ambientes de aprendizaje auténticos para los niños, con sus experiencias específicas y hábitos sociales (Bourdieu 1993, 98 y ss.). Asimismo, los niños de la calle necesitan una educación específica en ciencias basada en sus hábitos sociales: sus condiciones de vida, experiencias, motivaciones e intereses. Ellos viven una vida fundamentalmente distinta a la de los niños con un soporte familiar y escolar (Weber y Sierra, op. cit., Herrera Casilimas et al., op cit.). Además, su comportamiento está determinado por sus experiencias individuales de vida en la calle y sus aptitudes con respecto a las interacciones de enseñanza-aprendizaje son diferentes a las de aquellos niños que experimentan la socialización escolar convencional (ver Herrera Casilimas et al., ibídem, 67-68).

Es por ello que tuvimos que pensar en la forma adecuada de presentarles la ciencia a los niños de la calle y de preparar a los maestros en formación para este trabajo. Decidimos aplicar métodos de la ECBI (ver: Rocard, op. cit.) para formar a los niños de la calle y entrenar (educar) a los estudiantes de pedagogía por las siguientes razones:

  • Normalmente a los niños de la calle se les enseña -y ellos están especialmente interesados en- cosas útiles y explotables (ver Herrera Casilimas et al., op. cit., Strassenkinderreport 2013) y en fabricar artesanías que después puedan vender en las calles. Esas son las condiciones ideales para un enfoque ECBI.
  • Sus capacidades de comunicación verbal (descripción, argumentación y discusión) están pobremente desarrolladas (cf.: Herrera Cailimas et al., op. cit., Strassenkinderreport 2013). Por un lado, las capacidades de comunicación altamente desarrolladas no son una condición previa obligatoria para el aprendizaje de la ciencia mediante una ECBI; y por el otro, las aptitudes comunicativas pueden ser entrenadas y desarrolladas en la utilización de material en grupos, bien sea experimentando fenómenos inesperados y empezando a reflexionar sobre ellos, o trabajando en la solución de problemas.
  • Generalmente los niños de la calle no saben leer y escribir (ver: ibídem). Mediante una ECBI la necesidad de documentar las observaciones y descubrimientos se hace evidente para ellos.
  • Los estudiantes de la Escuela Normal Superior María Auxiliadora en Copacabana son formados solamente en los enfoques teóricos de la ciencia, como el manejo de fórmulas y el cálculo de valores. La investigación empírica de los fenómenos no hace parte del énfasis dado al currículo de ciencias. Para que puedan llevar a la práctica el enfoque de la ECBI con los niños de la calle, deben familiarizarse con él. Estamos convencidos de que ello implica que los estudiantes normalistas deben aprender ciencias en contextos ECBI.

Tres estrategías

Debido a lo corto de nuestras visitas a Colombia y a que los normalistas no estaban preparados para la ECBI, enfrentamos distintos problemas científicos y logísticos. Las principales inquietudes que se plantearon fueron las siguientes:

1. ¿Hasta qué punto es posible, en dos semanas, capacitar y motivar a los normalistas para que empleen el enfoque de la ECBI en su enseñanza a los niños de la calle?

2. ¿Cómo crean los normalistas sus ambientes de instrucción para los niños de la calle en relación a los métodos y el contenido?

3. ¿Cómo reaccionan los niños de la calle a las ofertas de enseñanza en términos de participación e interés?

Al cooperar con la Normal en Copacabana estamos conectando aspectos culturales de la educación con experiencias existentes en la educación de niños de la calle y mecanismos modernos de la enseñanza en ciencias (ECBI). Los normalistas están acostumbrados a estudiar la vida de los niños de la calle y, por lo tanto, preparados para interactuar con ellos. Dos veces a la semana deben dictar clases en un “patio”, por ejemplo, de matemáticas, español y/o artes. En un seminario de acompañamiento reflexionan sobre sus experiencias de enseñanza.

Esta práctica puede ser vista como un prerrequisito cumplido y se ha seguido realizando en el proyecto aquí presentado: en nuestro proyecto los estudiantes adelantaron clases de ciencias y física con niños de la calle en un “patio” en Medellín y con otros niños en situación de vulnerabilidad, y posteriormente analizaron con nosotros las situaciones de enseñanza-aprendizaje. El mayor reto que enfrentamos fue capacitar a los normalistas para que aplicaran la ECBI. Ellos carecen de las capacidades necesarias tanto desde su propia experiencia en los salones de clase, como desde sus prácticas de entrenamiento como maestros.

En nuestras siete visitas entre 2002 y 2012, desarrollamos tres estrategias distintas de trabajo con normalistas y niños de la calle:

Estrategia 1: Curso de Ciencias – Preparación de la Clase – Enseñanza – Reflexión

En la aplicación de la Estrategia 1 comenzamos con un curso de ciencias para los estudiantes. Ese curso se concentró en un contenido específico como la electricidad (circuitos, electromagnetismo) y tuvo una duración de entre 6 y 12 horas. En él los estudiantes pudieron profundizar sus conocimientos metodológicos y de física en un ambiente de ECBI. Sobre esa base, y al interior de grupos pequeños, desarrollaron las propias unidades que habrían de enseñar a los niños de la calle. Las ideas fueron discutidas internamente teniendo como fundamento el conocimiento pedagógico del contenido (PCK) que los normalistas y nosotros teníamos. Esa fase duró entre 2 y 4 horas. Luego, las unidades desarrolladas por los normalistas les fueron ofrecidas a los niños de calle. Cada una de las clases dictadas por aquéllos fue seguida de cerca por otros participantes del proyecto y por nosotros. Adicionalmente se grabaron en video todas las clases. Después de cada una de las sesiones, y haciendo uso de esos videos, el grupo se reunió para reflexionar en conjunto acerca de las actividades de enseñanza y aprendizaje. Finalmente se recogieron y discutieron sugerencias para mejorar.

Estrategia 2: Preparación de la Clase – Enseñanza – Reflexión

En desarrollo de la Estrategia 2, con anterioridad a nuestra visita habíamos tenido un contacto intenso vía correo electrónico con los estudiantes en Colombia. A nuestra llegada a Colombia los normalistas empezaron a preparar inmediatamente sus unidades de enseñanza. Esto fue posible en los años que pudimos trabajar con estudiantes experimentados que ya habían estado aprendiendo con nosotros en visitas anteriores. De esta manera los normalistas podían aplicar sus conocimientos previos sobre ciencias y pedagogía. Asimismo, podían tomar sus propias decisiones en cuanto a los contenidos o temas en los que estaban interesados y les gustaría enseñar. Nuestra labor consistió en apoyarlos con material, ideas sobre metodología y explicaciones científicas.

Las unidades de enseñanza preparadas en un curso de cerca de seis horas eran posteriormente llevadas a la práctica con niños de la calle de algún “patio”.

Las lecciones impartidas por los maestros en formación eran luego observadas por los demás normalistas y por nosotros. Estas clases también fueron grabadas en video, y después de cada una de ellas el grupo se reunió para reflexionar sobre las actividades de enseñanza y aprendizaje. A su vez, también se recogieron y discutieron sugerencias para mejorar. El grupo que debía impartir la siguiente clase procuraba incluir esas ideas en sus planes y práctica.

Estrategia 3: Preparación de la Exhibición – Exhibición – Reflexión

El objetivo de otras dos visitas fue planear y organizar una exhibición interactiva de ciencias para niños asistentes a una escuela y para niños de la calle. Para hacerlo, preparamos y ofrecimos una lista de posibles exhibiciones experimentales sobre distintos fenómenos científicos. Alrededor de 20 grupos de maestros en formación podían elegir alguna de las propuestas de esa lista o traer ideas adicionales. En los primeros días de nuestra visita (entre cuatro y ocho clases) los normalistas podían hacer pruebas del experimento que habían elegido, familiarizarse con el fenómeno y organizar su propia exposición. Las ideas que tenían se presentaron a todo el grupo de participantes y se discutieron a profundidad para que se convirtieran en una experiencia duradera para los asistentes.

La exhibición se adelantó durante todo un día en distintos salones de clase y en el patio de una escuela. Los normalistas organizaron y estuvieron apoyando las actividades científicas para los más de 1000 visitantes, que incluyeron diversos grupos de niños de la calle invitados y acompañados a la escuela. El día de la exhibición, los demás normalistas y nosotros estuvimos observando las actividades que se llevaron a cabo, de las que además quedó un registro fotográfico y se realizaron reportes. Después de la exhibición tuvo lugar una discusión grupal así como una reflexión pedagógica.

Resultados

1. ¿Hasta qué punto es posible, en dos semanas, capacitar y motivar a los normalistas para que empleen el enfoque de la ECBI en su enseñanza a los niños de la calle?

En la implementación de las estrategias de la ECBI, incluso los normalistas estuvieron bastante motivados en el aprendizaje de temas relacionados con la ciencia; se sorprendieron con este enfoque y nos contaron de sus experiencias anteriores y de las diferencias entre nuestros cursos orientados por la ECBI y las clases tradicionales de ciencias en el colegio. Disfrutaron explorando empíricamente con los materiales y los fenómenos, y empezaron a formular y a tratar de resolver sus propias preguntas relativas a los fenómenos con los que habían experimentado. Después de las primeras experiencias empezaron a buscar información adicional sobre los fenómenos y explicaciones para sus observaciones. Buscaron pistas y vínculos en sus cuadernos, y descubrieron la utilidad de la biblioteca y el internet para adquirir información científica de apoyo. Pudimos observar que empezaron a variar los experimentos que nosotros propusimos, a añadirles materiales y aparatos.

 

A partir de allí los futuros maestros fueron capaces de motivar a los niños de la calle para que emprendieran actividades científicas. Pudimos observar que los normalistas empezaron a trabajar en el mejoramiento de sus acciones e interacciones y que se dieron cuenta de que la ECBI es una buena alternativa para motivar a los niños de la calle. A través del desarrollo del diseño de la enseñanza y de la reflexión sobre las situaciones de enseñanza-aprendizaje, los normalistas mejoraron su propia práctica pedagógica y los progresos en su conocimiento pedagógico del contenido (PCK) se hicieron evidentes.

 

Del lado de los maestros en formación pudimos observar un compromiso con las actividades científicas y una prometedora motivación por aprender más sobre la materia.

 

2. ¿Cómo crean los estudiantes sus ambientes de enseñanza para los niños de la calle en relación a los métodos y el contenido?

Al desarrollar su propio diseño de enseñanza y reflexionar sobre las situaciones de enseñanza-aprendizaje, los normalistas enriquecieron sus propias prácticas de enseñanza. Siguieron empezando sus clases tradicionalmente con actividades de socialización y presentación formal, pero incluyeron actividades experimentales que los niños de la calle realizaron por primera vez. Los dejaron explorar los distintos fenómenos individualmente y en grupos, y los apoyaron en los procesos de observación y solución de problemas.

Para preparar sus propias clases, los futuros docentes hicieron uso del enfoque experimental, del material y de los experimentos que nosotros les sugerimos. Fue interesante ver cómo los normalistas colombianos combinaron las nuevas ideas de la ECBI con los elementos de su práctica “tradicional” de enseñanza, como la narración de historias o el juego, y los adaptaron al contenido actual. La interacción que tuvieron y el material educativo que prepararon fueron una demostración vibrante de una cultura amigable con los niños.

Sobre todo al implementar las estrategias 2 y 3 los estudiantes incorporaron una cantidad de ideas propias referidas a temas científicos, experimentos y artesanías, apropiadas para los niños de la calle. Por ejemplo, incluyeron la construcción de caleidoscopios y periscopios, y utilizaron baterías de motocicletas para generar potentes corrientes eléctricas. Introdujeron además temas nuevos como la medición del tiempo, el magnetismo, y el funcionamiento y capacidad de los pulmones humanos.

 

3. ¿Cómo reaccionan los niños de la calle a las ofertas de enseñanza en términos de participación e interés?

En general, los maestros en formación fueron capaces de motivar a la mayoría de los niños de la calle para que participaran en actividades científicas.

Aplicando especialmente las estrategias 1 y 2, los niños de la calle experimentaron individualmente por períodos de entre 30 y 60 minutos. Al trabajar en los temas planteados, emplearon el material a fondo, repitieron los experimentos en muchas oportunidades y se asombraron por los efectos y fenómenos visibles, mostrándose orgullosos por su funcionamiento (por ejemplo, al construir electroimanes o circuitos eléctricos complejos, al medir la capacidad de sus pulmones o calcular la hora por medio de la luz solar). Los resultados que podían llevarse consigo posteriormente, como caleidoscopios, periscopios y relojes solares, despertaron un interés mayor.

Cambios en la Normal

Además, el proyecto “Ciencia para los niños de la calle” trajo consigo varios cambios en la Normal: el profundo interés en la ciencia de los normalistas que participaron dio lugar a un intercambio de conocimiento y capacidades, y en la Normal empezaron a ofrecerse alternativas adicionales en ciencias. Gracias al compromiso en el proyecto internacional y a las experiencias positivas con las exhibiciones interactivas, la institución se dio a la tarea de implementar un enfoque de ciencias. Ese enfoque comienza desde la guardería y se extiende a la educación primaria y secundaria. Actualmente comprende actividades ECBI de educación de pares para que los practicantes las realicen con los niños de la calle, y un Club de Ciencias ofrecido semanalmente a niños del colegio de los grados 7º y 8º. Los estudiantes de esos grados experimentan con los fenómenos y preparan actividades científicas para los estudiantes de primaria. Algunos salones de clase han sido equipados con material de experimentación y con bibliografía pertinente. Hace poco se planeó la construcción de un edificio destinado a la enseñanza de ciencias para los grados elementales y de primaria y su materialización está siendo analizada por la administración. Esta institución busca convertirse en un Centro de Capacitación Docente regional para la educación en ciencias.

Hace aproximadamente diez años y cada vez en mayor número, profesores de ciencias colombianos y alemanes participan en un intercambio universitario internacional que les permite adelantar estudios en la otra institución parte del convenio. Según parece, las personas involucradas en el proyecto se sienten cada vez más independientes y mejor preparadas para desarrollar la educación de futuros profesores de ciencias, de los estudiantes y los niños de la calle.

Agradecimientos

Muchas personas han hecho parte de este proyecto. Recibimos un decidido apoyo de un gran número de personas e instituciones. Estamos agradecidos por tener la oportunidad de hacer parte de procesos de desarrollo intercultural y de trabajar con tantas personas tan entusiastas y creativas. Muchas gracias al profesor Hartwig Weber, a Henrike Schön y a la Escuela Normal Superior de Heidelberg; a Sor Sara Sierra Jaramillo, a nuestros normalistas y colegas en la Escuela Normal Superior María Auxiliadora, en Copacabana, Colombia. Gracias también a la Universidad de Antioquia en Medellín, Colombia; y a la Landesstiftung Baden Württemberg. Les agradecemos por su apoyo tan significativo a nuestras actividades.

 

Referencias Bibliográficas

Bourdieu, P. 1993. El sentido práctico. Argentina: Siglo Veintiuno Editores.

Herrera Casilimas, G.E.; Patiño Hurtado, N.A. et al. (2012): Tejiendo caminos de esperanza, Medellín: Pregón.

Rocard, M., Csermely, P., Jorde, D., Lenzen, D., Walberg-Henriksson, H., & Hemmo, V. 2007. Science education now: A renewed pedagogy for the future of Europe [Educación científica ahora. Una pedagogía renovada para el futuro de Europa], Bruselas: Comisión Europea.

Roth, W.-M. 1995. Authentic school science: Knowing and learning in open-inquiry laboratories [Ciencias escolares auténticas: Conociendo y aprendiendo en laboratorios de investigación abierta], Dordrecht, Países Bajos: Kluwer Academic Publishing.

Strassenkinderreport 2013 [Informe sobre los niños de la calle 2013]. http://www.strassenkinderreport.de/startseite.php

Organización de las Naciones Unidas. 1989. Convención sobre los derechos del niño. http://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf

Weber, H. & Sierra Jaramillo. 2005. Cicatrices en mi piel. Los niños de la calle se fotografían a sí mismos, Bogotá: Universidad Externado de Colombia.

Welzel-Breuer, M. & Breuer, E. (2014). Science for Street Children.  Results of a Longterm Developmental Project in Science Education. In: E-Book Proceedings of the ESERA 2013 Conference, Nicosia, Cyprus. Strand 12 – Cultural, social and gender issues in science and technology education. http://www.esera.org/publications/esera-conference-proceedings/science-education-research-for-evidence-/